Cuando Lluis nos vino a ver en la tienda nos dijo que quería un baño nuevo porque en el que tenía «no cabía». También nos dijo que su presupuesto para invertir en la reforma del espacio era de 10.000 €. Enseguida cuadramos agendas para visitar la casa de Lluis y descubrir por qué no se cabía en su lavabo.

Sólo hizo falta poner un pie en el baño para entender porque no cabía. A pesar de ser un baño con mucho espacio, estaba muy mal aprovechado. En una de las paredes del baño había una columna justo en el medio. Esta columna era en buena parte responsable de la distribución que encontrábamos. En un lado, en línea estaba el lavabo, el inodoro y el vide. Justo enfrente estaba la bañera. ¿Y cuál era el resultado de todo esto? Ya os lo podéis imaginar: un baño con muy poco espacio para utilizar cada una de las piezas que lo integraban y que, a la vez, era de lo más difícil circular en él. Nos era difícil imaginar dos personas utilizando aquel baño de manera simultánea.

Tras descubrir como era el baño de Lluis nos pusimos a trabajar. Lo primero que hicimos fue explorar con profundidad el espacio para descubrir cuáles eran las posibilidades que ofrecía el lugar. A partir de ahí, elaborar diversas propuestas para mirar qué encajaba mejor. Todas las propuestas pasaban por empequeñecer la columna que había en medio de la pared o bien para sacarla.

Para poder decidir qué hacíamos con la columna, había que hacer una «cata». No podemos tirar al suelo o eliminar una columna sin saber qué hay dentro o por qué está allí. Las catas consisten en derribar una pequeña parte de la pared para ver qué se esconde detrás. Cuando lo hicimos descubrimos que había conductos de ventilación. Por ello, decidimos reubicar estos conductos pasándolos a una de las paredes donde habría la futura ducha. Paralelamente, aprovechamos el nuevo perímetro del baño para integrar el grifo y también un estante incrustado en la pared que servía para guardar los productos de higiene personal.

Colocar la ducha al fondo en la nueva distribución nos permitía ganar mucho espacio para acomodar el resto de elementos como el inodoro o el lavabo.

Con Lluis consensuamos los colores y los acabados finales. En el equipo de Punt de Vista nos gusta mucho crear baños de color blanco ya que este color nos permite dar mucha sensación de amplitud. Por lo tanto, la base del lavabo era blanca. Ahora bien, decidimos poner una pincelada de naranja para darle un aire fresco y alegre. El suelo del baño decidimos ponerle de color gris, ya que es mucho más sufrido que el blanco.

 

El resultado de la reforma es un baño moderno, con los espacios muy bien aprovechados, que proyecta una sensación de espacio y que invita al relax. Ah, y lo más importante: no fuimos excedernos del presupuesto de Lluis y él está encantado con su nuevo lavabo!