Baño en azul y blanco

Este es el pequeño de dos baños en un piso familiar que debía cumplir con todas las funciones de un baño más grande. Las características del este baño eran peculiares: el perímetro estaba fragmentado, el recorrido de las instalaciones era prácticamente evidente, la incorporación de nuevas funciones distorsionaba el diseño inicial, todo esto proporcionaba una imagen bastante caótica y dificultaba el uso del mismo. Renovar este baño constituyó un reto y a la vez un ejercicio interesante. Lo primero fue simplificar el diseño al máximo, las paredes se nivelaron haciendo desaparecer las desigualdades existentes, se incorporó un W.C. suspendido para darle ligereza al conjunto, se cambió la bañera por una plato de ducha para facilitar la tarea diaria del aseo personal. La guinda del pastel fue colocar un gran espejo a todo lo ancho de una de las paredes, esto permitió dar profundidad al espacio y a la vez aprovechar un hueco que quedó en esa pared para colocar un mueble detrás del espejo.